Stoessel: Inversión Privada, la Clave para Recuperar el Turismo
29 diciembre, 2025

Stoessel: Inversión Privada, la Clave para Recuperar el Turismo

«Las perspectivas para la inversión privada, particularmente extranjera, son espectaculares, lo que significa una oportunidad inmejorable para recuperar el turismo corporativo internacional, que tuvo un desempeño ejemplar hasta 2019», sostuvo Juan Stoessel.

Hace 10-15 años, el mundo miraba al Perú no solo como destino turístico privilegiado, sino como país idóneo para invertir. No es exagerado afirmar que, sin cifras récord de inversión, el turismo no hubiera alcanzado cifras récord de crecimiento. La inversión pública y privada expande la infraestructura y los servicios, permitiéndonos recibir cada vez más turistas. Y atrae a uno de los segmentos de más alto valor en el rubro: el turista corporativo.

Justamente porque es un predictor clave para la performance turística es que celebramos la noticia de que la inversión privada creció 11.4% el tercer trimestre del año, registrando su pico más alto desde 2013. ¡Sí, desde la época en que éramos la envidia de la región! Los proyectos que están poniéndose en marcha abarcan diversos sectores: agroindustria, energía eólica, minería, trenes, infraestructura, cubriendo gran parte del territorio nacional.

Solo en minería, de enero a octubre, la inversión llegó a los US$4,500 millones. Y mirando el mediano plazo, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) prevé proyectos por casi US$12,000 millones para el periodo 2025-2028. En el rubro transportes, la cartera de proyectos para 2025-2031 supera los US$80,000 millones.

Las perspectivas para la inversión privada, particularmente extranjera, son espectaculares, lo que significa una oportunidad inmejorable para recuperar el turismo corporativo internacional, que tuvo un desempeño ejemplar hasta 2019. Luego vino la pandemia, que paralizó todo. Y después Castillo, que ahuyentó la inversión.

Pero hoy podemos decir: ¡estamos de vuelta! Cada proyecto de inversión crea empleos descentralizados, dinamiza las economías locales y cierra brechas de infraestructura. Y también implica el desplazamiento de muchísimos ejecutivos y funcionarios que tienen un nivel de gasto mayor que los otros segmentos. El corporativo extranjero gasta US$200 diarios vs. el vacacionista extranjero (US$100) y el local (S/100). El corporativo viaja por trabajo, pero durante su estadía consume en restaurantes, usa taxis, compra artesanías. Y si el destino le parece atractivo, hace pre- o postours junto con su familia, formando un círculo virtuoso de corporativo a receptivo.

Este 2025 que termina marca un año más sin que el turismo haya recuperado las cifras de prepandemia. El repunte del segmento corporativo ayudará significativamente a que alcancemos ese hito en el nuevo año. El 2026 también será año electoral, donde lo principal no debería ser que gane tal o cual candidato, sino que ganen los peruanos.

(Peru21)

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