Hace no mucho, el Jorge Chávez era el gran hub del continente. La privilegiada ubicación de Lima, al centro de Sudamérica y al nivel del mar, la hacían el punto de conexión perfecto. Sin embargo, nuestro aeropuerto fue rezagándose, mientras ciudades como Bogotá, Santiago, Quito y Sao Paulo modernizaron sus instalaciones. Y pasamos de ser punteros a coleros.
Digámoslo de frente, esto no es viable. Hay menos viajeros hoy, pero en los 4-5 años que demoraría hacer el módulo, ¿acaso vamos a seguir en pandemia? Y la logística de operar dos terminales separadas sería complejísima. No tenemos monorrieles, habría que trasladarse en bus. Si el tráfico en la playa de estacionamiento y alrededores ya es de terror, ¿se imaginan el atascadero que sería hacer esa conexión?
La solución propuesta perjudicaría no solo a los turistas, sino a cada peruano que usa el aeropuerto para viajar por trabajo o razones familiares. Hagamos las cosas bien, en beneficio del Perú. ¡El nuevo terminal debe ser integral, no modular!