CADE Ejecutivos 2022 “Podemos ser la Despensa de Alimentación del Mundo” Afirma Carlos Añaños

Tras renunciar a AJE, la multinacional peruana de bebidas que fundó en 1988, el empresario Carlos Añaños no alejó su mirada de Ayacucho. Justamente, durante la pandemia, creó Tiyapuy, una marca de snacks en base a papas nativas orgánicas, quinua orgánica y pastas nutritivas con superfoods. Todos estos productos provenientes de Ayacucho.

Cultivadas en campos peruanos a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar, los productos cuentan con un proceso de producción en el que el blockchain traza todo su recorrido. Los productos de Tiyapuy ya son comercializados en México, Estados Unidos e Inglaterra, señaló Añaños, quien fue uno de los ponentes en CADE Ejecutivos 2022.

¿A qué se dedicó luego de su salida de AJE?

Yo en el 2017 renuncié al grupo AJE, después de más de 30 años. En el 2017 fundé el patronato Pukimachay para poner en valor una región maravillosa que es Ayacucho. Trabajé a tiempo completo. Durante el 2017 y 2019, basado en cuatro pilares fundamentales, desarrollamos el desarrollo de Ayacucho: acercar la artesanía al arte, buscar que Ayacucho sea reconocida en alguna categoría como patrimonio cultural por la Unesco, logramos lanzar la marca Ayacucho -un trabajo muy arduo que tuvo un alcance de 200 millones de personas-, y el modelo de smart cities. Mi sueño es ayudar a mi tierra, soy muy orgulloso. No me olvido ni de mi idioma ni mi cultura ni mis ancestros.

¿Cómo decidió crear Tiyapuy en medio de la pandemia?

En el 2020, cerrados en nuestras casas sin poder viajar, me veía impedido de ir a Ayacucho y seguir ayudando. Pensaba que en esta crisis podemos encontrar alguna oportunidad. Y luego de trabajar 8 días de forma disciplinada empecé a encontrar algunos valores fundamentales. Vivimos en un país maravilloso, que es el tercero con mayor cantidad de microclimas en el mundo, el cuarto más biodiverso, y el tercero con mayor cantidad de reservas de agua dulce en el mundo. Entonces, me dije podemos ser la despensa de alimentación del mundo.

Empecé a hacer unos trazos para diseñar un concepto de una marca y poner en valor las papas nativas. Las papas nativas datan de 12 mil años de antigüedad. ¿Quién vivía hace 12.000 años? El hombre de Piquimachay hace 20 mil años. En ese sentido, empecé a ver las papas nativas, cuyo aporte salvó a Europa de la hambruna luego de la segunda guerra mundial. Pero las papas nativas estaban abandonadas. Pensamos, ¿cómo ponemos en valor a estas joyas?. Contratamos una empresa de branding muy famosa en el mundo para diseñar un empaque como para tratar [a las papa como] joyas. Así inicia el negocio en pandemia. Contratamos la maquinaria, construimos la planta y contratamos a la gente en pandemia.

¿Cómo es el proceso de la cadena de valor de Tiyapuy? Entiendo que usa tecnología blockchain.

Creo que somos uno de los pocos, o el único producto de consumo masivo que tiene trazabilidad con el blockchain, que es el que cobija al bitcoin. Con esto podemos hacer un seguimiento minucioso desde la semilla, tratamiento de semilla, cultivo, cuidado, regado, cosecha, y el proceso en toda la cadena productiva, y llevar Ayacucho ojalá a todos los rincones del mundo.

¿La producción de la empresa se concentra solamente en Ayacucho?

Hoy estamos muy enfocados en Ayacucho. Queremos que Ayacucho sea la locomotora de ese cambio, de ese punto de inflexión de poner el alto andino en valor. Trabajamos un modelo nuevo de negocio. Venimos del win win, ganas tú y yo. Pero en pandemia nos preguntamos:¿y el resto? Así, evolucionamos a un modelo de negocio que es el win to win al cuadrado, donde necesitamos que ganen la biodiversidad, los héroes del campo: necesitamos generar un ambiente donde ganemos todos.

¿En qué países ya se comercializan los productos de Tiyapuy?

Ya estamos en Amazon Inglaterra, tenemos pedidos en Amazon Estados Unidos, y ya estamos en México. Ojalá ya pronto estemos en más países. Hay un espacio único para productos maravillosos, que no tienen antibióticos, insecticidas, preservantes. Y esa magia está en el Perú.

En esta coyuntura política económica desafiante, ¿cuán difícil es crear empresa con valor agregado en el Perú?

Es difícil esta turbulencia política que estamos viendo. No le hace bien al país. Hay jóvenes que se han ido y no ven ilusión ni esperanza en el futuro del país. Esas personas, en vez de generar oportunidades de negocio en otros lugares del mundo, deberían estar generándolas e invirtiendo en el alto andino, en productos naturales, productos que podemos ofrecer al mundo. Lo único que necesitamos es confianza.

(Forbes)