Oficina 503, Miraflores, Lima
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‘Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias’, frase del científico Albert Einstein que grafica la actual situación de muchos dueños de restaurantes, quienes están agilizando sus estrategias para adaptarse a los repartos a domicilio. Blanca Chávez, dueña de El Rocoto y presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines, nos dice que, así como ella, muchos negocios se preparan con fuerza para salir a vender, pero con un concepto nuevo, aplicando las herramientas de la tecnología, siendo muy cuidadosos en la limpieza y creando propuestas que atraigan a sus clientes.
Es ver la luz en el túnel, es una iniciativa que nos devolvió la tranquilidad para no perder la cadena de pagos y mantener a nuestro personal.
Estamos preparándonos para hacer el reparto a domicilio, los mozos no van a trabajar, así que ellos podrían hacer las entregas. No es la solución, pero tengamos en cuenta que muchos van a tener que invertir en motos, bicicletas. Sabemos que no vamos a trabajar con las plataformas de antes, por ello no llegaremos a tener los pedidos que nos hubiera gustado, pero a no tener nada, hay que seguir luchando.
Les aconsejo a los dueños de los restaurantes que se vayan preparando, que compren sus mascarillas y sus uniformes viendo el protocolo con su personal. Deben estar en constante comunicación con ellos e ir planificando sus cocinas porque ahora tienen que disminuir sus cartas a un 70%. No se podrá vender todo, hay que ser más creativos, ofrecer combos o platos de entradas.
Complicada tu pregunta, pues no sabemos cuántos van a aplicar porque tienen que regirse por un protocolo bien exigente. Si antes la cocina la cuidábamos como un laboratorio, con limpieza, ahora tendremos medidas extremas. Por ello, si teníamos 10 personas en la cocina, tendremos 5 y estos estarán en otra labor.
Responsabilidad al máximo, cocinando según el protocolo, elevar a la exageración las medidas de bioseguridad acompañado de limpieza, con la menor cantidad de manipulaciones. Un pequeño ejemplo es que del cocinero pase al empaquetador que llevará el pedido al maletín, y el repartidor avisará que llegó al domicilio, se distanciará y dejará abierto el maletín para que el cliente saque el producto. El repartidor a su regreso al local: full alcohol, limpieza y cambio de uniforme.
Ahora tenemos que hacerlo nosotros, tener publicidad en redes, estar en contacto directo con el cliente es importante.
Lo pensé, pero ¿y si no me doy abasto? Tengo que ir a paso lento, como dicen los muchachos, ‘piano, piano’. Es algo nuevo para muchos, excepto para las grandes cadenas. La comida peruana no la vamos a dejar jamás, es nuestro orgullo en el mundo y no permitiremos que se opaque, vamos a trabajar muy duro para salir de esto.
(fuente: El Trome)